A pesar de que se tenga una jornada laboral establecida, es prácticamente imposible tener el mismo nivel de productividad durante todas las horas del día. Esto se debe a múltiples factores, como lo son el descanso que ha tenido la persona, el nivel de motivación que se tiene o incluso nuestros biorritmos.
Los biorritmos son todos aquellos fenómenos fisiológicos que suelen repetirse de manera periódica tienen una incidencia directa en nuestro estado de ánimo, sentimientos y emociones.
Cada ser humano tiene biorritmos diferentes, y esto es debido a que cada persona tiene una manera de ser distinta a la de los demás, así como ciclos diferentes. Estos son los tipos de biorritmos que existen:
- Alondras o matutinas: este tipo de biorritmo pertenece a las personas que gustan de despertar temprano. Para ellas, las primeras horas del día son las más productivas, logrando ejecutar sus tareas y actividades con mayor rapidez. A medida que va avanzando el día, su humor va cambiando y sus energías disminuyen, haciendo que sean menos productivos.
- Búhos o vespertinos: el mal humor y el desgano a la hora de despertar es común en estas personas, conocidas también por posponer la alarma. Sus mañanas no son tan productivas, pero después de las dos de la tarde están mucho más activos, hacen sus tareas con mayor eficacia.
Sin embargo, hay una gran cantidad de personas que no se pueden catalogar como alondras o búhos, ya que su buen momento de productividad puede llegar a presentarse de un momento a otro.
¿Cuáles son las mejores horas laborales?
Diferentes universidades en el mundo han realizado estudios sobre el tema, encontrando que la gran mayoría de personas tienen un mayor nivel de productividad en las primeras horas de la mañana. Laboralmente, su mejor momento se encuentra entre las 7:00 a.m. hasta las 11:00 a.m.
Por lo tanto, las tareas más complejas o que exijan un mayor nivel de concentración deberían ser asignadas en estas horas de la mañana para la gran mayoría de empleados.